Los consumidores terapéuticos y grandes consumidores
desarrollan tolerancia o sensibilidad decreciente a los efectos del tetrahidrocannabinol (THC) absorbiendo
buena parte del resto de cannabinoides.
Pero no todas las personas reacciona de la misma forma, esto depende de la
fisionomía de cada persona en concreto y su tolerancia tanto al THC como al
resto de cannabinoides activos en la
planta.
Cuando hablamos de adicción, es
poco significativa porque no es de origen orgánico ni tampoco físico. Poniendo
un ejemplo: un consumidor de café, que consume a diario, no le afecta de la
misma forma que aquel que lo consume esporádicamente, por el mismo efecto
decreciente. Seguramente una persona que consume marihuana a diario está más
sana que otra persona que no la consuma, aunque sea inhalada (fumada), ya que
los beneficios son tan variados para una mejor salud y calidad de vida y, por
más que se siga viendo como un trampolín para el consumo de otras sustancias, la
realidad es muy distinta cuando una está considerada como droga y las otras
sustancias, que son altamente dañinas, están legalizadas.
Por Floren Jimenez Andreu
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